viernes, abril 08, 2011

Los días

Ánima bendita me arrodillo en el recuerdo, en las pesadas cucharas con su inscripción en alemán, en la pantalla a flecos verdes de la araña del comedor,e n el sabor que ya no tienen los huevos pasados por agua, la sopa de fideos y las fuentes de choclos. Me arrodillo en mi piecita de niño solo, en los altos, con sus dos ventanas al miedo nocturno, y en las grandes falenas de cuerpos afelpados y ojos que lucían como piedras, fantasmasde sobremesa amable, cuando empezaban los mosquitos y nos frotábamos las piernas con citronela… La casa de Banfield, palomar del recuerdo, era en mis días los duraznos y el esplendor de las ciruelas remolacha, con tanta agua corriendo en los canteros del jardín, con tantas enramadas de tomates y glicinas. Me acuerdo de las abejas, más grandes que estas de hoy, con barrigas peludas, bebiendo en el charquito al pie de la canilla, donde también bajaban las avispas temibles a pisar barro, a sembrar pánicos de fábula.

(ánima bendita - Julio Cortazar)